lunes, 8 de abril de 2013

Lo oculto tras lo mostrado

Bailar sobre un escenario es mostrarse u ocultarse tras un "personaje"?

Esta es la pregunta que rebota en mi cabeza desde hace tiempo.
Creo que es un tema sutil y nada fácil de abordar porque implica un conocimiento profundo del propio YO y un ejercicio de sinceridad enorme para con uno mismo, y luego con el público.
Creo que la percepción general del público es que una bailarina "se muestra" sobre un escenario, pero en numerosas ocasiones, reflexiono sobre lo que no mostramos (como dice Sharmini en su entrevista, lo NO-VISIBLE) y sobretodo en qué utilizamos para "cubrirnos"
Pienso que a veces, es más lo que ocultamos, que lo que mostramos. También creo que una coreografía es como un iceberg, es una pequeña parte de nuestra integridad como persona.
Nunca podemos mostrarnos 100%, ni siquiera lo hacemos en nuestra vida personal, a veces escucho gente decir: llevo 10 años con mi pareja y todavía me sorprende o tiene partes que no conocía.
Necesitaríamos una vida entera para mostrar quien somos, y puesto que nuestro YO es variable y se adapta día a día a nuestra situación vital, resulta todavía más imposible reflejar todos mis "YOS" en nuestro baile.
Cuando bailamos una coreografía, simplemente reproducimos la emoción o idea de la que surgió en un momento determinado (ya sea mi propia coreografía o la de mi directora). Los pasos y movimientos que la conforman surgen de allí, son en esencia el pasado. La mirada, la intensidad en la energía, la expresión del momento único y mágico de la actuación, eso es el presente. Es por eso que una improvisación es puro presente (a nivel interpretativo, a nivel técnico evidentemente, no) y es por eso también, que una interpretación puramente técnica, carece de presente, no aporta nada real, no ES, sino que FUÉ aunque lo veamos pasar por delante de nuestros ojos.

Recientemente he conocido el trabajo y la trayectoria profesional de Marina Abramovic (gracias a Doriana Rossi por abrir esta inmensa puerta), he de admitir que es la primera vez que un concepto artístico contemporáneo me cautiva. No solo eso, descubrir su trabajo me ha abierto un enooooorme nuevo campo de estudio. Lo que más admiro de su trabajo es el contacto directo con el público y su disposición a invertir el rol de público-artista, de "activo-pasivo".
Revelaciones a parte, quisiera mostrar un ejemplo de lo que es "mostrarse" y "ocultarse". Marina no es bailarina, sino "la madre" del concepto "Performance", pero su trabajo corporal es equiparable al de una bailarina. En la exposición retrospectiva que el Moma de New York celebró el pasado 2012 "The Artist is Present", Marina Abramovic estuvo mirando un minuto a los ojos a cada persona que visitaba su exposición durante más de 700 horas. Aquí os dejo un video resumen de esta  exposición:


Es admirable el trabajo mental y emocional de esta performance, para mi este reto solo se puede comparar a la construcción de una pirámide, es algo tan grande y complejo!!! MIRAR A LOS OJOS!!! Eso para mi es MOSTRARSE con letras mayúsculas. Y no solo mostrarse a través de la mirada sino también  mirar al otro, que a su vez también se muestra.
Pero incluso Marina oculta cosas, todas ellas premeditadamente. 
Oculta su cuerpo, su largo vestido blanco focaliza toda la atención en su rostro, un rostro de maquillaje "nude" para dar una imagen de "transparencia" en la mirada pero que oculta su edad (67 años) y seguramente la larga lista de cirugías plásticas a las que se ha sometido. La distancia abierta entre ella y su "observador observado" forma parte también de un intensísimo discurso subliminal ya que es a la vez una barrera y un puente entre ambos.

Respeto profundamente todas las partes ocultas de cada artista, cada una decide ocultar algo diferente (su desnudo, sus defectos, su falta de dominio de algún aspecto técnico o su estado emocional por ejemplo), lo que importa para el público es su mensaje, lo que sí muestra. 
Para mi el "problema" son las personas que inconscientemente suben a un escenario a "mostrarse" ignorando lo que ocultan. Sobre estas cosas me gustaría reflexionar junto a vosotras.

A veces me pregunto porqué Caroleena Nericcio (fundadora del A.T.S. American Tribal Style) decidió que para bailar ATS había que ponerse toda la "cacharrería" encima (varios turbantes, joyería, collares, pulseras, cinturones y kuchis a todo meter).
El ATS nació como algo recargado y el Tribal Fusión ha tomado también ese testigo.
Maquillaje, joyería, tatuajes, metros y metros de tela... donde algunos ven "desnudo" yo veo "recargado",  y sobretodo creo ver "ESCUDO".
No sé porqué se inició así, supongo que por querer dar un imagen folklórica a algo que era totalmente moderno, pero entonces, porqué seguimos recargando nuestro vestuario hoy en día a este lado del charco?
Aqui podéis ver varios ejemplos de lo que digo:

Sherri Wheatley
Sharon Kihara

























Troupe de Tribal ATS
Samantha Emanuel

























No quiero decir con esto que no me guste la estética, solo lanzo la pregunta como reflexión porque sinceramente, no tengo una repuesta clara.
Pero por suerte, el Tribal Fusión es tan amplio, que también da cabida otro tipo de indumentaria mucho más sobria y sencilla, influenciada claramente por la Danza Contemporánea (en el caso de Heather Stants, directora de la compañía Urban Tribal), el Jazz o el Hip-hop (en el caso de Amy Sigil, directora de Unmata).

Heather Stants
Amy Sigil














Curiosamente, hace tan solo unos meses tuve la suerte de poder charlar tranquilamente una noche con Amy Sigil en San Francico. En un momento, le pregunté qué le llamaba la atención de las tribaleras en Europa. Su respuesta fue que para ella era muy extraño viajar a países de todo el mundo y encontrarse el mismo tipo de bailarinas, vestidas igual, moviéndose igual, tatuadas igual... independientemente de su cultura.

Creo que quizás algo que nació como una mezcla entre el amor por el folklore y la búsqueda de una nueva forma de expresión (un nuevo folklore) se está convirtiendo en "una chaqueta prestada" que nos ponemos encima para aparentar algo que quizás no somos. En todo esto, me incluyo, y sigo mi búsqueda.
Para que tengáis una idea, por las calles de San Francisco hay gente vestida como para bailar Tribal pero que ni siquiera saben de su existencia. Las mallas "Melodia" son vendidas en tiendas de ropa "normal" no hay "tiendas de Danza Tribal Fusion". Las tiendas de Valencia St en están llenas de cosas con las que adornar nuestro vestuario, pero no como "cosas para tribal" sino cosas comunes y cotidianas así que de algún modo, la estética tribal forma parte de su cultura.
Creo que un ejemplo similar sería el vestido de Sevillana, que no es un "atrezzo" para el baile, sino un traje regional y folklórico, que por su belleza, ha perdurado hasta nuestros días incluso en la alta costura. Pero para una andaluza, su vestido forma parte de su cultura, imagino que viajar hasta Japón y encontrarte gente "customizada" a lo andaluz, debe ser un tanto ridículo.

Además, me resulta paradójico que las americanas necesitaran empaparse de cultura árabe, balcánica o hindú para crear el Tribal, y nosotras, estando aquí, formando parte de estas culturas, teniendo todas estas influencias en nuestra sangre, sigamos copiando "su producto" en lugar de investigar y APORTAR. Por suerte, el camino está empezando a andarse y profesionales del resto del mundo comienzan a despuntar y sorprender con sus ideas y apuestas arriesgadas.

Supongo que esto como todo en la vida, se trata de llegar a un equilibrio entre respetar el estilo, ser fieles a nosotras mismas, tratar de sorprender al público y buscar la belleza y la libertad a través (también) de nuestro vestuario, sin olvidar y ser conscientes de lo que mostramos, lo que ocultamos y aquello con lo que nos escudamos.

Y tu? Sabes lo que ocultas?

12 comentarios:

  1. uffff este tema daría por sí mismo para un Blog entero! El vestuario, los significados de nuestra imagen, lo que ocultamos, lo que en realidad la gente mira o quiere ver cuando bailamos… Realmente nos vestimos buscando un significado o elegimos pensando en el público y lo que creemos que quiere ver?

    Y si es lo primero, como plantea Noe, ese significado realmente es auténtico o volvemos a los estereotipos? Es lo mismo del post anterior, sólo que este lenguaje es la imagen/ropa y no las palabras. Pero es demasiado difícil traducir lo que mostramos en un vestuario o en una frase, de la misma manera que lo es traducirlo a unos movimientos, sobre todo cuando más de una vez ni siquiera sabemos qué es lo que queremos mostrar.

    Cuando estudiaba, debatimos un día en clase sobre las culturas y qué es “lo auténtico” de ellas. La gente viaja, lee y asiste a eventos culturales en búsqueda de lo auténtico. Pero lo realmente auténtico no vende porque es cotidiano y confuso, de hecho probablemente ni existe, porque las culturas son algo muy complejo que no puede resumirse en un vestido, ni en una coreografía, ni aunque sea nuestra propia cultura! Luego la búsqueda de lo auténtico acaba en la elaboración de clichés y estereotipos que parezcan auténticos, es decir exóticos. Y eso es lo que siempre pienso cuando veo esos vestuarios tribaleros, con todas esas referencias folklóricas mezcladas y remasterizadas, llegando casi a la parodia de todo este proceso.

    Creo que en ese proceso de creación del tribal, se cogieron un montón de símbolos y se vaciaron de contenido, para crear algo totalmente nuevo y en constante evolución, pero que sospecho que no se ha vuelto a llenar de contenidos. El tema es que a muchas bailarinas ya les debe parecer bien, pero aquí tenemos a Noe, por ejemplo, que necesita llenar ese vacío, cosa que me parece lógica y maravillosa, pero también muy difícil. Osea, que tenemos la forma pero nos falta el fondo. Y si luego resulta que cuando encontremos el fondo no nos cabe en esa forma??? Crisis!!

    Alomejor para eso ha nacido este Blog. Bueno, para eso y para que yo me enrolle como una persiana con mis filosofías, jajaja.

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  2. Florecilla!!!
    Qué bueno leer tus palabras! Así es, volvemos a los estereotipos y sí, creo que se vaciaron de contenido los símbolos, pero no se han creado valores nuevos, lo has expresado maravillosamente... en eso estamos!!!

    Por otro lado... te digo desde ya que a mi "lo auténtico" me cae MAL. Qué es lo auténtico? NADA es "auténtico", puro.... todo es una mezcla de cosas y no hay ceguera más grande para un artista que creerse poseedor de la única verdad y "del verdadero arte" de lo que sea. La gente tiende a confundir "pseudo-auténtico" con BUENO.
    Al cuerno las autenticidades y los dogmas! Hay bailarinas totalmente ortodoxas que me parecen aburridísimas, y gente auténtica consigo misma, que traspasa las fronteras de lo que se supone que debe hacer, que me parece bellísima y super interesante (y al revés también!).
    Eso sí, ante todo, respeto por las cosas, y como dije en la publicación anterior, las palabras son extremadamente importantes, así que si traspasamos los límites, quizás haya que plantearse no utilizar ciertas etiquetas por respeto a los que sí se mantienen dentro de "la norma".
    Y también te digo que igual que yo soy y seré siempre de las que traspasan los límites, la danza NECESITA de gente encargada de transmitir lo ortodoxo, lo más fielmente posible a su origen para tener siempre "una fuente" de la que beber y volver en caso de pérdida.
    Así es que, para mi, el avance es un equilibrio entre los que mantienen la tradición y los que se la cuestionan y la replantean, el uno sin el otro, no tendrían sentido. ;)

    Un beso preciosa y mil gracias por tus palabras!!!

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  3. aisss, he aqui el quiz de la questión, copio y pego:

    Supongo que esto como todo en la vida, se trata de llegar a un equilibrio entre respetar el estilo, ser fieles a nosotras mismas, tratar de sorprender al público y buscar la belleza y la libertad a través (también) de nuestro vestuario, sin olvidar y ser conscientes de lo que mostramos, lo que ocultamos y aquello con lo que nos escudamos.

    Para mi aún a dia de hoy este dilema me remueve, creo que en el fondo basado en una necesidad muy básica, todos, absolutamente TODOS buscamos aprobación, una señal de que lo estamos haciendo "BIEN" y en el fondo sentirse aceptados y queridos. Personalmente creo que siempre estaré en la búsqueda de este equilibrio cual quimera, y lo que me ayuda es ser honesta conmigo misma, quiero decir, si el público espera o quiere algo concreto pero yo no me siento cómoda haciéndolo, que sentido tiene? todo se torna falso y vacio. Creo que ante todo esa es la cosa, ser honesta con una misma, y saber que es lo que quiero mostrar, y lo que no,,y aceptar que puede que los demás no lo vivan o reciban como tu pero creo que al menos lo recibirán como algo real.
    En mi caso nunca me ha servido el tratar de emular a otras bailarinas, me siento poniéndome un traje prestado, algo que no es mío, pero puedo entender que haya gente que tenga la necesidad de emular a su profesor/a o bailarin/a favorito y no plantearse otra cosa.
    Y como dice Noe el hecho que haya "puristas" ayuda a perpetuar esa fuente a la que volver para después echar a volar, para mi para saber donde una quiere ir debe conocer de donde viene.

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  4. Marina Abromovic era mi ídolo desde mi adolesencia, cuando mi sueño era formar una pareja perfecto de cuerpo y alma con mi amado. Marina pasó una temporada en Amsterdam, en aquellos momentos una de las ciudades mas tolerantes del mundo, con una tradición con el arte moderno, la danza contemporánea muy avanzada y allí se juntó con Ulay Laysiepen, que era artista de performance de Alemanía. Supongo que Ulay hubiera mamado en Alemania el arte performance de Joseph Beuys.
    La pareja, tras multiples exposiciones y performances, se decidió separar, también mediante una performance. Después de andar 2500 km sobre las murallas Chinas, se encontraron en la mitad para decirse adiós. Desde entonces no se han visto hasta el momento del video que expuso Noemi. (No creo que Marina es una mujer que da importancia a sus arrugas ni nada. En Madrid ella dirigió todo una ópera sobre su vida, pero este es otro discusión, si un artista es interesante cuando exhibe su vida personal, su terapia personal o su mirada al ombligo, si los biografias son légitimas si sus protagonistas ya no viven...etc, etc.)
    Cuando tenía 14 años, vi en Holanda la compañía Butoh "Soshaku and Dormu Dance Theatre" que también hicieron actuaciones en los museos de arte contemporáneo. El butoh nació en Japón después del Segunda Guerra mundial y fue en principio una forma de protesta. Nació bastante recien, y su carácter negro, que fue el sello de identidad, aparte de los cuerpos casí desnudos y cubiertos de harina de arroz (como si fuera el napalm de la bomba atómica) la busqueda de ser "no-estilo", una expresión propia, original, nacido desde dentro, con movimientos lentos, pero sín pautas ni técnicas definidos, aunque con el tiempo si la adquiró.
    Iwana Masaki dice de los estilos del Butoh;
    Mientras 'Ankoku Butoh' adquiró un metodo y filosofía definido (heredado de los maestros), el Butoh actual es una tendencia, no solo basado en la legada de la filosofía de Hijikata's pero también como un nuevo modo de moverse, de expresarse con la tendencia de exprimir la "vida pura" que está dormido en nuestros cuerpos. Hijikata es muchas veces citado deciendo que era en contra de una danza codificado, ni en un systema de enseñanza, mientras el desarrollo de sacar la danza "pura" de los alumnos, eso se convirtió en un método.
    Se podría tirar una linea desde el butoh hacia la danza Tribal, por la relativamente jóven edad de ambos, y en lo oscuro, podemos pensar en la línea del trabajo de los Góticos. Hay algunas bailarinas que han intentado unir la danza TRIBAL con el Butoh, pero en mi gusto se quedó en el imágen pero no en la filosofía. Lo interesante es ver hasta qué punto la danza Tribal tiene una definición, y si es eso lo que han marcado sus fundadores, o que su definición es la no-definición, o que es necesario tener un sentido de "grupo" para que el Tribal sobre vive, y para tener una uniformidad en las actuaciones de grupo y en las clases, es importante crear métodos...
    Para unir ahora Marina y el Butoh, os mando este video. En la mitad podéis ver el encuentro de un hombre y una mujer. Hay un otro video que SOLO muestra este encuentro entero, pero no lo ubico ahora. Para mi este encuentro es uno de los mas bonitos en YOUTUBE, pero fíjate, hace unos años no la podía visualizar en la India, porque estaba censurado por ser cuerpos desnudos...
    http://www.youtube.com/watch?v=SRfZGygdU40
    sharmini tharmaratnam

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  5. Antes de nada, felicitarte por tan extenso post y por el esfuerzo que representa plasmar un tema tan complejo de la manera que lo has hecho. Así pues: ¿la artista se muestra o, simplemente, muestra? ¿La artista se expone o, simplemente, expone? Desde mi punto de vista, formado a lo largo de los 20 años que llevo transitando por escenarios diversos, cualquier persona que sube a un escenario lo hace para explicar alguna cosa, para comunicar algo. Podría extrapolar, asimismo, esta afirmación del mundo de las artes escénicas al mundo de las artes plásticas. Como profesora de teatro, intento transmitir a mis alumnas la importancia de saber qué queremos expresar ante el público, qué queremos explicarle, la importancia de LA HISTORIA. Cuando ya sabemos qué queremos explicar, le damos forma, empezamos a pensar en cómo explicarlo, y en este cómo se encuentra el vestuario, entre otras muchas cosas. En el mundo del teatro solemos trabajar así, vistiendo la historia con todo lo que puede ayudar a explicarla. Este concepto para mí, es clave. En el mundo de la danza contemporánea, el vestuario también juega un importante papel, por el motivo que ya he expuesto, es decir, la importancia de ayudar a explicar una historia. Una historia que puede ser más o menos conceptual, que puede dar lugar a una o a varias interpretaciones. Cuando conocí el tribal fusión la primera impresión que sufrí fue un tremendo impactó al observar la barroca ornamentación de las bailarinas. No podía imaginar cómo se podía bailar cómodamente con tantos complementos. Al conocer más profundamente esta danza e investigar sus numerosas manifestaciones, descubrí que cada bailarina acaba imprimiendo su propia huella personal en sus coreografías, en las “historias” que explica. Huellas que son partes de ella misma. Huellas que son de una diversidad asombrosa. Por ejemplo, algunas bailarinas muestran un vestuario muy elaborado. En mi opinión, esto habla de su esfuerzo, de la importancia que dan a los detalles, de las horas que han podido pasar confeccionándolo, pensando en su puesta en escena, buscando referencias gráficas para diseñarlo, de lo importante que es para ellas impactar visualmente desde el principio, innovar estéticamente, de una tendencia estética que las motiva, etc. Otras bailarinas se presentan con un vestuario más sencillo, sin ornamentos. Para mí esto puede querer decir que le dan importancia a su secuencia de movimiento, a su placer por expresar más allá de los ornamentos, quizá a su comodidad en la danza, etc. Así podría seguir enumerando las diferentes propuestas que he ido descubriendo a lo largo de este tiempo pero no quiero extenderme más de lo que ya lo hago. Lo que quiero decir con todo esto es que en el tiempo que llevo disfrutando del tribal fusión y de las variopintas propuestas artísticas y escénicas de sus bailarinas he llegado a la conclusión de que, como en todo arte, en este también cada bailarina dice mucho de ella misma cada vez que sube al escenario, cada vez que se expone. Se expone a la vez que expone algo en lo que cree, una coreografía, sea lo arriesgada que sea su puesta en escena. Para mí, el arte es el resultado entre lo que la artista quiere expresar, la forma que escoge para expresarlo y los recursos que tiene para ello (talento, experiencias vitales, técnica, imaginación, ilusión, etc). Una de las cosas que más me apasionó del tribal fusión es el amplio margen que da a sus bailarinas para que exploren su creatividad y se descubran en su arte, para que encuentren el camino de ser fieles a ellas mismas sobre el escenario con propuestas que hablan tanto de ellas mismas como de lo que quieren contar. A veces, me atrevería a añadir, incluso hablan más de ellas mismas que de lo que quieren contar. Y eso me parece precioso. Gracias a todas las bailarinas que suben a los escenarios y generosamente muestran y se muestran para comunicar una/su historia. Y gracias, Noemí, por permitirme soltar este rollo en tu blog ;)

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  6. (Aquí abro un paréntesis para referenciar un comentario del post, para comentar que MIRAR A LOS OJOS a otra persona es un acto de valentía y exposición profunda que en teatro utilizamos mucho, es la base, MIRAR Y ESCUCHAR):)

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  7. Hola Sara! Tus comentarios son siempre bienvenidos y escuchados en este espacio, gracias por aportar tu visión! Creo que es muy bonita la forma en la que "traduces" el vestuario en "mensajes", evidentemente, muchas veces contamos más de lo que creemos porque cada decisión tomada implica otras desechadas, y eso implica a su vez un "hilo argumental", aunque a veces sea seguido por inercia.
    Me parece muy interesante tu definición:
    "el arte es el resultado entre lo que la artista quiere expresar, la forma que escoge para expresarlo y los recursos que tiene para ello".
    Y coincido también en valorar la libertad que el tribal brinda a todas las bailarinas, aunque también creo que forma parte del hecho de que sea una danza relativamente joven... veremos si seguimos permitiendo esa libertad dentro de 50 o 100 años... ;)
    Un beso grande Sara y por favor, sigue opinando y participando como lo haces. Gracias! :)

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  8. Me encanta este post, gracias Noemí por plantearlo tan bien y con tu toque humorístico. Es una pregunta realmente difícil de responder.
    Existe algo inexpresable mediante palabras que hace que se nos humedezcan los ojos al ver un espectáculo. No sabría decir si es algo creado o auténtico ( al fin y al cabo, ¿qué es verdad y qué no? es un tema a parte), pero sé identificarlo cuando lo veo en la danza o lo leo en la literatura, que son las artes que mejor conozco. Y creo que ese “algo” se produce cuando existe una sincronía perfecta entre el movimiento, el espacio y el tiempo. Cuando estamos antes una expresión artística que nos hace vivir intensamente el presente y nos olvidamos de lo que habíamos hablado en el minuto anterior. Hay algo que brilla porque sabemos que es perfecto para ese momento concreto. Por eso los vídeos a veces no funcionan.
    Y cuando he vivido en ese momento tan genuino, que pocas veces ocurre, con ganas de saltar del asiento, sabía que había algo de “verdad”. O quizás debería llamarlo “sinceridad”.
    ¿Desnudar al artista? Creo que no nos interesa realmente. No es un Gran Hermano, para devorar personas. Pero sí queremos un trocito de su verdad, de algo genuino que nos pueda aportar esa persona, y sólo ella, algo auténtico y sincero. Y nos gustará porque seguramente como espectadores hemos sentido algo similar o intuíamos que podía existir esa realidad que tenemos delante.

    Y, aunque nunca lo había pensado, es cierto que el vestuario es parte de ese “trocito” de verdad y de presente. Para conectar con el espectador hay que buscar códigos nuevos con los que le digamos que vamos a arriesgar, que estamos ahí y queremos transmitirle un mensaje. Creo que disfrazarse de otra bailarina famosa, o de un determinado grupo étnico, es empobrecer el mensaje. No dejamos espacio para emocionar. Y nos estimamos muy poco al pensar que nuestra propia forma de expresarnos no es lo suficientemente válida.

    Quizás el debate no pase sólo por el escenario. Bailamos de forma natural en el bar, en las fiestas o en la cocina y ahí sentimos el poder de la danza sin la presión por gustar. Seamos más libres y tengamos menos miedos. Disfrutaremos mucho más.
    Stefanía

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  9. La ropa es importante... desde que nos levantamos y decidimos qué nos ponemos para estar en casa o salir a la calle, hasta que nos acostamos y dudamos entre el pijama de felpa o la piel al desnudo. Todas nuestras elecciones tienen un porqué, que me encantaría que me explicara alguien que supiera de psicoanális. Y si es importante a nivel individual, cuando bailas en un gran grupo de 6 ó 7 personas como es mi caso, te ayuda a desarrollar tu identidad como tribu.

    Carolena Nericcio definió el vestuario de ATS con toda la cacharrería, pero también te dice en sus clases que todo lo que llevas puesto no importa nada si no llevas también tu sonrisa y tu actitud. Que no comunicarás nada al público sin ellas.

    Evidentemente, no te mueves igual con la cacharrería que sin ella. Y los movimientos de ATS no son como los de fusión o de oriental. Pasos en que debes mostrar tus manos llenas de anillos no tendrían el mismo significado con ellas desnudas, por ejemplo. Todo está relacionado, todo se complementa para crear esa magia que fascina a quienes bailan y a quienes observan.

    Si te "disfrazas de", lo que bailas tampoco saldrá del corazón. Pero si has elegido en tu vida un camino, un tipo de danza, un tipo de arte, bebes de él y de todo lo que conlleva. Lo sientes, lo haces tuyo, y tu ser y tu identidad rezumará por todas partes, nunca podrás encerrarla dentro de, pongamos, un turbante.

    Un placer leeros, chicas.

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  10. Muchas gracias por vuestra aportación chicas!
    Estefanía, tu ultimo párrafo... precisamente por eso me enamoré del Blues Dance, y es mi nuevo camino... por su autenticidad y su frescura, donde prima más disfrutar que gustar a los demás.

    Y Marta, muchas gracias por tus palabras... está claro que Caroleena lo vive como algo sincero y propio, no hay más que ver las paredes del FCBD Studio en San Francisco... le pregunta está dirigida a las que como yo, tomamos su testigo y un buen día paramos a pensar en ciertas cosas y cuestionar ciertas tendencias adquiridas por inercia.
    Un placer leeros también.
    Besos compañeras!

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