De la realidad hacer palabras, y con las palabras cambiar la realidad.

"La mayor parte de las culturas religiosas que ha sobrevivido hasta la actualidad defienden que el universo fue creado a partir del sonido de una palabra pronunciada (por Dios) en su propia lengua, por eso  a todos nos resulta familiar el término "lenguas sagradas". Una coincidencia tal no es probable que se deba a que el Big Bang se tomó la molestia de hacernos llegar una "traducción" de su estallido generador inicial en todas las lenguas del planeta sino, bien al contrario, a que todas las culturas del orbe "crearon" su mundo y sus dioses desde la palabra, desde los vocablos propios de cada lengua".

Extracto del libro "Diós nació mujer" de Pepe Rodríguez.

Innumerables investigaciones nos hablan de la importancia que la palabra tiene para la formación de la "realidad" en nuestras mentes. Como bien argumenta Pepe Rodríguez en el citado libro, un niño cree que una silla se llama así porque es para sentarse (y no porque hayamos decidido llamarla así arbitrariamente), del mismo modo, nosotros construimos nuestra realidad a través de las palabras y dando un nombre a las cosas, de ahí que crea indispensable HABLAR de danza y en este caso de Danza Tribal Fusión (mi especialidad profesional) para construir una realidad palpable y reconocida por la sociedad.

No quiero decir con esto que el Tribal Fusión no exista, sino que "no existe" para la gran mayoría ya que nunca han oído hablar de ella, ni la han visto en algún lugar... pero incluso aunque alguien viera casualmente una actuación de danza Tribal Fusión en el que no hubiera ningún tipo de información de qué es aquello... técnicamente, aquella persona seguiría  sin saber qué es el Tribal Fusión, así pues, la comunicación se convierte en una herramienta indispensable para la comprensión de este arte.
Curiosamente, hace años, cuando bailaba en el Buda Bar de Barcelona, a menudo algún cliente se acercaba hasta mi tras haberme visto bailar y me preguntaba con verdadera intriga: ¿Qué es lo que acabas de bailar? Siempre me resultó sorprendente la necesidad de etiquetar aquello que acaban de ver y comprobar por si mismos... pero así es, necesitamos poder llamar las cosas por su nombre para saber que existen y darles un sentido, y necesitamos hablar de danza para lograr un reconocimiento tanto propio como social.

Durante mi carrera, he ido variando el tipo de respuestas a la eterna pregunta: ¿Y tú qué estilo bailas?
Mis inicios profesionales fueron con Danza Oriental así es que al principio fue "fácil" dar una respuesta satisfactoria (lo difícil era lidiar con la cara de idiota que se le quedaba al interlocutor), pero según fui evolucionando hacia el Tribal Fusión, la respuesta era cada vez menos clara y más insegura.
A veces optaba por decir Danza Oriental y no dar más detalles... en otras ocasiones, introducía el nombre con una especie de disculpa preparatoria en plan: "Es un estilo que nadie conoce pero... se llama Tribal Fusión" y en realidad me sentía poca cosa, como si hiciera algo que nadie sabe qué es, pero que al estar englobado dentro de la danza (ya de por si desprestigiada socialmente) seguramente no podía ser gran cosa. Si dices que eres científico, luego te preguntan de qué especialidad y dices que investigas la energía de fisión pero tu interlocutor no tiene ni idea de lo que es, este tiene la tendencia a sentirse inculto, pero no saber que existe una danza practicada por millones de personas en todo el mundo... eso es normal, y además, nos hace sentir poca cosa a nosotras.

La Danza Tribal Fusión nació en San Francisco, casi todas mis maestras viven allí, así es que en mi primer viaje a San Francisco, me llevé una gran desilusión al comprobar que NADIE de fuera de la comunidad tribal (incluso entre bailarines californianos de otras disciplinas) sabía lo que era el tribal. EN LA CIUDAD EN QUE NACIO!!! Es como si nadie en Charleston supiera lo que es el Charleston, o como si en Sevilla nadie supiera qué son las Sevillanas.
Aquello me chocó muchísimo, y me dije que si incluso allí (cuna del Tribal Fusión) no era socialmente reconocido, aquí no lo lograríamos nunca y la cosa quedaría siempre en un estilo para cuatro "frikis" alternativas que un día decidieron darle una vuelta de tuerca (muy grande) a la Danza Oriental.

Pero obviamente, la cosa no cambiará si como profesionales y alumnas, no ponemos algo de nuestra parte. Yo ya no doy rodeos, ni me siento poca cosa, lo digo alto y claro: bailo Tribal Fusión. Y sí, luego tengo que pasar un tiempo para explicar qué es, pero aunque me moleste hacerlo, creo que es lo mínimo que podemos hacer por esta danza y si la amamos y seguimos aprendiendo de ella, le debemos como mínimo una presentación digna ante los demás.
No podemos pretender que los demás nos respeten y nos entiendan, si nosotras mismas no somos capaces de transmitir de una forma clara, convincente y apasionada lo que es el Tribal Fusión.

Pero hay un problema... ¿Cómo se explica una danza?
La gran bailarina Isadora Duncan decía: "Si pudiera describir mi danza, de qué serviría bailar?"
Y tenía toda la razón del mundo, una danza no se puede describir desconectada del lenguaje corporal de otras danzas, igual que no se puede describir un color para quien nunca ha visto. Lo que sí podemos hacer es decir de dónde viene, de qué se nutre, y dar nuestra lista personal de adjetivos y sensaciones, pero para eso debemos haber reflexionado un poco previamente qué es aquello que hacemos y qué nos gusta exactamente.

Así pues, os incito a que reflexionéis sobre vuestra idea del Tribal Fusión (o de cualquier cosa que hagáis), busquéis sus orígenes, os informéis y comencéis  un proceso de "polinización" verbal en vuestro entorno más cercano. ;)

Comienza la invasión mundial del Tribal Fusión, ha ha ha! (risa de mala malísima).
Un beso a todas! :D

P.D. Si quieres información sobre la historia del Tribal Fusión puedes consultar mi web:
Historia del Tribal Fusión